Dejé la puerta abierta
No entró nadie
Salí
El día era claro, diáfano, caluroso
Cogí el camino de siempre
Un recuerdo y mil palabras al fuego
Grité tu nombre
Mas ya no eras la misma
Nos habíamos quedado varados en la fotografía
Ahora danzo entre los árboles
Miro a los lados y nada
Miro adelante ¿dónde quedó lo sembrado?
Un vecino saluda
Muestro mi mejor careta
Luego se cae
Rostro impasible
Y una evanescente lágrima asoma precipicios
Suena el teléfono
No hay nadie detrás de la línea
Línea con curvas
Me despido de los pasos
Y vuelvo
Al lugar que nos llevó a ningún equinoccio
Despejo las certezas
Quedan las incertidumbres en el hoyo
profundo y oscuro de las indecisiones