Con un silencio en los labios
Con un pensamiento imposible
Con una casa suspendida en el vacío
Con la palabra que se quedó inválida
Con un lugar soñado y con el casi a punto de llegar
Ahora conquistaremos el paraíso en derribo
Mañana el destierro de las cigarras
Cantaremos en soledad y lágrima de río
Demasiados atardeceres con el Sol cansado de monotonías
No hubo milagro
Se dividieron los panes y los peces
Con un trabajo masacrando libertades
Con una cuenta corriente en desolación
Con el alma rogándome liberación
No me digas que te vas
Porque hace tiempo que volviste
Tomé la decisión
Y al cabo de un momento
Me arrepentí de no haberla realizado
Juré amor eterno
Y la mujer de la guadaña vino a visitarme
Dame un segundo
Para deshacer lo que jamás hice
A la ensenada vine a recoger los restos de mil naufragios
Y sólo quedó arena y el murmullo de tu voz en caracola...
sin mar